
Entre las principales causas, se destacan la escasez de personal en los centros de control aéreo, huelgas ya convocadas en varios países, y la necesidad de absorber el tráfico que antes sobrevolaba Ucrania, aún fuera de servicio por la guerra.
“El año pasado fue el peor verano de la historia en cuanto a retrasos y cancelaciones. Este año será muy similar”, advirtió un técnico de la Unión Europea citado por el Financial Times.
Vuelos: ¿qué se prevé para el verano europeo?
Las previsiones no son alentadoras: se espera una media de 37.000 vuelos diarios, cifra que ya representa el máximo de capacidad operativa del sistema aéreo europeo.
Los puntos más conflictivos se concentran en Francia, Alemania, Grecia y España, donde ya se reportan ajustes operativos debido a huelgas, carencias de personal y factores climáticos extremos, como incendios forestales que afectan rutas aéreas clave. Un ejemplo reciente fue el incendio en las cercanías de Marsella, que obligó a desviar múltiples vuelos.
Además, Eurocontrol ha recibido un 5% más de solicitudes de vuelos respecto al verano anterior, lo que incrementará aún más la presión sobre un sistema ya saturado.
En este contexto, las agencias de viajes y operadores turísticos deben redoblar la atención al cliente y reforzar los protocolos de contingencia y reprogramaciones. (La tendencia del verano 2025 en Europa: los viajeros eligen cultura por encima del sol)
¿Qué pueden hacer los pasajeros?
Desde las asociaciones de consumidores recomiendan mantener una comunicación fluida con las aerolíneas y contratar seguros de viaje con cobertura ante demoras, además de evitar conexiones ajustadas y considerar vuelos en horarios menos críticos.
Recomendaciones clave para agencias y pasajeros:
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Consultar con anticipación el estado de los vuelos.
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Evitar escalas con poco margen de tiempo.
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Contratar seguros con cobertura ante demoras o cancelaciones.
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Monitorear anuncios oficiales de Eurocontrol y aerolíneas.
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Reforzar el canal de atención al cliente y asistencia post-venta.