
“Tenemos hoteles grandes, all inclusive cinco estrellas, hoteles boutique, pero también villas y apartamentos familiares. Nos adaptamos a quienes viajan en pareja, en familia o buscan experiencias solo para adultos”, explicó.
Esta diversidad es la base del posicionamiento de Curazao como destino competitivo en el Caribe, complementado con servicios personalizados y experiencias que van más allá de la playa.
Inversiones estratégicas y sostenibilidad como eje de crecimiento
La hotelería de Curazao también se fortalece con grandes proyectos en marcha. Entre ellos destacan el Piermont Marriott, con 300 habitaciones en la ciudad, y el TUI Blue en West Point, con otras 300. Ambas propiedades representan inversiones de más de US$ 100 millones y amplían la capacidad de hospedaje en zonas urbanas y más apartadas, contribuyendo a descongestionar áreas tradicionales de alta demanda.
Cova subrayó que los inversionistas, principalmente provenientes de Holanda, confían en el futuro turístico de la isla. Paralelamente, los hoteles avanzan en sostenibilidad con metas al 2035, alineadas con los compromisos de la Unión Europea y del grupo Club 17, que promueve prácticas responsables en la región.
Cultura, conectividad y talento: pilares del futuro
La propuesta de valor de Curazao no se limita a la infraestructura hotelera. La isla cuenta con 23 museos, la sinagoga más antigua del hemisferio occidental y una agenda cultural vibrante que incluye carnavales, música y gastronomía. “Queremos atraer a un turista más intelectual y diversificado, no solo de sol y playa”, resaltó Cova.
La articulación con la conectividad aérea y marítima también es clave. CHATA trabaja con aerolíneas, el Aeropuerto Internacional Hato y la Oficina de Turismo de Curazao para alinear rutas y estrategias de promoción, logrando un equilibrio entre visitantes europeos, norteamericanos y sudamericanos. (Curazao suma hoteles, experiencias y conectividad para crecer en la región)
En cuanto al talento humano, el reto es mayúsculo: para 2026 se requerirán 1.500 nuevas habitaciones, lo que implica duplicar la fuerza laboral.
“Curazao es pequeño para sostener ese volumen, por eso negociamos con el gobierno permisos ágiles para atraer trabajadores y, al mismo tiempo, capacitamos al personal local en idiomas, servicio y gestión hotelera”, puntualizó.
Una invitación a vivir la hospitalidad de Curazao
Para Cova, más allá de la infraestructura, el verdadero diferenciador está en el carácter cálido y multicultural de la isla.
“Mi papá es venezolano, mi mamá es colombiana, y aquí todos somos mezcla. Ese vínculo con Latinoamérica nos hace cercanos y auténticos. Queremos que vengan y lo vivan en persona”, concluyó.
