
Boeing y un nuevo golpe
¿Por qué las medidas afectan a Boeing (y eso es lo que se reflejó en la bolsa, donde sus títulos se desplomaron un 7%)? Por su situación competitiva. La imposición de nuevos aranceles dispuesta por China, por ejemplo, entre el 10 y el 15%, encarece el precio final de los aviones de Boeing vendidos en ese país.
¿Y por qué ese cambio arancelario no le hace mella a Airbus? Porque la empresa europea ya sufrió algo similar en el primer gobierno de Donald Trump y sorteó la cuestión desarrollando factorías propias tanto en China (localizada en Tianjin), como en Estados Unidos (situada en Mobile, Alabama). Esto genera que, al menos los productos más demandados, los de la Familia A320, puedan ser producidos en China y Estados Unidos y no necesiten llevar el sello “Made in…” que los hace pausibles de ser arancelados.
La guerra de Donald Trump
Pero, además, la cuestión se agrava para la empresa estadounidense porque tiene proveedores de partes, tanto en Canadá como China. Y el ingreso de esas secciones, para terminar ensamblando los modelos en Estados Unidos, también se verá afectada por el nuevo arancelamiento.
Como ya dijimos, el incremento de precios podría, por un lado, afectar las decisiones de futuras compras de aviones. Pero, por otro lado, también golpear las operaciones en curso planteando el interrogante de en qué medida, sobre contratos ya firmados y convenidos (y pedidos en marcha que se van completando paulatinamente con la entrega de aviones salidos de la cadena de montaje), se pueden modificar los precios. Esto terminará afectando, en definitiva, los ingresos de Boeing en el corto y mediano plazo. Una empresa, por otra parte y cabe recordar finalmente, ya golpeada por diversos incidentes de seguridad sobre sus aviones, sucedidos en los últimos años.