La resiliencia del agente de viajes: por qué la IA es una herramienta estratégica y no una amenaza

Si bien el estudio de la empresa matriz de ChatGPT apunta a que algunas tareas administrativas y transaccionales muestran un alto potencial de automatización -como las de “ empleados de mostrador” o “ representantes de servicio al cliente“-, el corazón del negocio turístico y el rol de los agentes de viajes se reafirman como fundamentalmente resilientes.

La clave de esta resiliencia no es la inmunidad, sino la integración. El futuro de la cadena de valor turística no es el reemplazo de los humanos por las máquinas, sino la consolidación de un modelo colaborativo en el que la inteligencia artificial actúa como el motor de la eficiencia.

Agentes de viajes, actores resilientes y esenciales

Desde hace décadas, las plataformas online vienen automatizando tanto el proceso de compra como las búsquedas y reservas de servicios terrestre y aéreos. (El CEO de ChatGPT revela el futuro de la IA en los viajes)

No obstante, el valor del agente de viajes ha evolucionado para centrarse en aspectos que escapan a los algoritmos:

  • Gestión de la complejidad y crisis: ningún chatbot puede igualar el juicio y la tranquilidad que ofrece un agente ante la cancelación de un vuelo, un cambio de itinerario inesperado o una emergencia en destino. Este es el seguro invisible y la asesoría estratégica que el cliente siempre valorará.
  • Curación basada en la empatía: la IA puede procesar millones de datos sobre destinos y tarifas, pero es incapaz de inyectar la empatía necesaria para interpretar las motivaciones profundas de un cliente. El profesional utiliza su conocimiento y las características humanas para diseñar un viaje que se alinee con las expectativas emocionales, logísticas y presupuestarias, generando una experiencia verdaderamente personalizada.

De esta manera, la IA se convierte en un copiloto de alto rendimiento, que permite automatizar la gestión de documentación, la optimización de rutas y la búsqueda de la mejor tarifa; liberando el tiempo del agente para enfocarse en la consultoría y el asesoramiento de alto valor.

Hotelería y gastronomía: mejorar la operación para humanizar el servicio

La hospitalidad también está siendo moldeada por esta ola tecnológica, pero el contacto humano sigue siendo el diferencial competitivo.

En la hotelería, el rol de la IA se concentra en la eficiencia operacional de procesos como el check-in/out automatizado, chatbots para preguntas frecuentes, gestión de tarifas dinámicas y optimización del revenue.

Por su parte, en cuanto al valor humano se aprecia tanto en una bienvenida personalizada, como la resolución de problemas, o un servicio exclusivo.

Si bien el estudio de OpenAI clasificó a los conserjes de hotel con un 29% de exposición, esto subraya la necesidad de que estos actores redefinan su trabajo y se conviertan en expertos en hospitalidad.

En lo que remite a la gastronomía, ya existe la gestión inteligente de reservas, optimización del stock de alimentos, y el análisis predictivo de tendencias de consumo, pero el chef y camarero mantienen una esencia que ningún “robot” podrá igualar.

En otras palabras, la IA no puede replicar la creatividad culinaria, la destreza manual, el maridaje sugerido por un sommelier, ni la calidez de la atención en mesa. (La inteligencia artificial transforma los vuelos: hacia una mejor experiencia del pasajero)

Adaptación estratégica sí, temor no

La lección para la industria turística es clara: los profesionales no deben temer a la IA, sino verla como el catalizador para dejar atrás las tareas operativas tediosas y de bajo valor.

La automatización no es el fin del empleo, “es el fin de la mediocridad operativa”. Aquellos agentes de viajes, hoteleros y restauranteros que integren la IA para volverse más rápidos, más eficientes y, paradójicamente, más humanos en su atención al cliente, serán los líderes de la próxima era del turismo.

Informe OpenAI: estas son las profesiones más amenazadas por la inteligencia artificial

La compañía creadora de ChatGPT reveló el rendimiento de la IA frente a expertos humanos en nueve sectores clave de la economía.

El objetivo central del estudio fue identificar cuáles profesiones están en riesgo directo de automatización a partir de la expansión de sistemas avanzados de IA. Para garantizar la objetividad, cada tarea fue revisada por especialistas mediante una metodología “ciega”, sin saber si las respuestas provenían de personas o de modelos de IA. (El lado oscuro de la inteligencia artificial en turismo: estafas con deepfakes y viajes a lugares falsos)

El análisis mostró un alto nivel de vulnerabilidad en ocupaciones centradas en tareas administrativas y de procesamiento de información. Los empleados de mostrador y alquiler encabezan el ranking de riesgo: la IA tuvo mejor desempeño en el 81% de los casos. Le siguen de cerca los gerentes de ventas (79%) y los encargados de envíos y recepción (76%).

Incluso profesiones ligadas a la intuición o la creatividad, como los editores, los desarrolladores de software y los detectives privados, figuran entre los más vulnerables, con niveles de reemplazo que superan el 70% de las tareas evaluadas.

Otras profesiones con riesgo significativo de reemplazo de tareas por IA, con porcentajes que oscilan entre el 50% y el 65%, incluyen a gerentes de operaciones, asesores financieros, especialistas en atención al cliente y periodistas.

También en sectores donde el componente humano parecía irreemplazable –como enfermería, derecho o trabajo social– la inteligencia artificial ya demuestra desempeños comparables.

Si bien el estudio de la empresa matriz de ChatGPT apunta a que algunas tareas administrativas y transaccionales muestran un alto potencial de automatización -como las de “ empleados de mostrador” o “ representantes de servicio al cliente“-, el corazón del negocio turístico y el rol de los agentes de viajes se reafirman como fundamentalmente resilientes.

La clave de esta resiliencia no es la inmunidad, sino la integración. El futuro de la cadena de valor turística no es el reemplazo de los humanos por las máquinas, sino la consolidación de un modelo colaborativo en el que la inteligencia artificial actúa como el motor de la eficiencia.

Agentes de viajes, actores resilientes y esenciales

Desde hace décadas, las plataformas online vienen automatizando tanto el proceso de compra como las búsquedas y reservas de servicios terrestre y aéreos. (El CEO de ChatGPT revela el futuro de la IA en los viajes)

No obstante, el valor del agente de viajes ha evolucionado para centrarse en aspectos que escapan a los algoritmos:

  • Gestión de la complejidad y crisis: ningún chatbot puede igualar el juicio y la tranquilidad que ofrece un agente ante la cancelación de un vuelo, un cambio de itinerario inesperado o una emergencia en destino. Este es el seguro invisible y la asesoría estratégica que el cliente siempre valorará.
  • Curación basada en la empatía: la IA puede procesar millones de datos sobre destinos y tarifas, pero es incapaz de inyectar la empatía necesaria para interpretar las motivaciones profundas de un cliente. El profesional utiliza su conocimiento y las características humanas para diseñar un viaje que se alinee con las expectativas emocionales, logísticas y presupuestarias, generando una experiencia verdaderamente personalizada.

De esta manera, la IA se convierte en un copiloto de alto rendimiento, que permite automatizar la gestión de documentación, la optimización de rutas y la búsqueda de la mejor tarifa; liberando el tiempo del agente para enfocarse en la consultoría y el asesoramiento de alto valor.

Hotelería y gastronomía: mejorar la operación para humanizar el servicio

La hospitalidad también está siendo moldeada por esta ola tecnológica, pero el contacto humano sigue siendo el diferencial competitivo.

En la hotelería, el rol de la IA se concentra en la eficiencia operacional de procesos como el check-in/out automatizado, chatbots para preguntas frecuentes, gestión de tarifas dinámicas y optimización del revenue.

Por su parte, en cuanto al valor humano se aprecia tanto en una bienvenida personalizada, como la resolución de problemas, o un servicio exclusivo.

Si bien el estudio de OpenAI clasificó a los conserjes de hotel con un 29% de exposición, esto subraya la necesidad de que estos actores redefinan su trabajo y se conviertan en expertos en hospitalidad.

En lo que remite a la gastronomía, ya existe la gestión inteligente de reservas, optimización del stock de alimentos, y el análisis predictivo de tendencias de consumo, pero el chef y camarero mantienen una esencia que ningún “robot” podrá igualar.

En otras palabras, la IA no puede replicar la creatividad culinaria, la destreza manual, el maridaje sugerido por un sommelier, ni la calidez de la atención en mesa. (La inteligencia artificial transforma los vuelos: hacia una mejor experiencia del pasajero)

Adaptación estratégica sí, temor no

La lección para la industria turística es clara: los profesionales no deben temer a la IA, sino verla como el catalizador para dejar atrás las tareas operativas tediosas y de bajo valor.

La automatización no es el fin del empleo, “es el fin de la mediocridad operativa”. Aquellos agentes de viajes, hoteleros y restauranteros que integren la IA para volverse más rápidos, más eficientes y, paradójicamente, más humanos en su atención al cliente, serán los líderes de la próxima era del turismo.

Informe OpenAI: estas son las profesiones más amenazadas por la inteligencia artificial

La compañía creadora de ChatGPT reveló el rendimiento de la IA frente a expertos humanos en nueve sectores clave de la economía.

El objetivo central del estudio fue identificar cuáles profesiones están en riesgo directo de automatización a partir de la expansión de sistemas avanzados de IA. Para garantizar la objetividad, cada tarea fue revisada por especialistas mediante una metodología “ciega”, sin saber si las respuestas provenían de personas o de modelos de IA. (El lado oscuro de la inteligencia artificial en turismo: estafas con deepfakes y viajes a lugares falsos)

El análisis mostró un alto nivel de vulnerabilidad en ocupaciones centradas en tareas administrativas y de procesamiento de información. Los empleados de mostrador y alquiler encabezan el ranking de riesgo: la IA tuvo mejor desempeño en el 81% de los casos. Le siguen de cerca los gerentes de ventas (79%) y los encargados de envíos y recepción (76%).

Incluso profesiones ligadas a la intuición o la creatividad, como los editores, los desarrolladores de software y los detectives privados, figuran entre los más vulnerables, con niveles de reemplazo que superan el 70% de las tareas evaluadas.

Otras profesiones con riesgo significativo de reemplazo de tareas por IA, con porcentajes que oscilan entre el 50% y el 65%, incluyen a gerentes de operaciones, asesores financieros, especialistas en atención al cliente y periodistas.

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