El lado oscuro de la inteligencia artificial en turismo: estafas con deepfakes y viajes a lugares falsos

Todo comienza con el deseo: ese “scroll” sin fin en busca de la escapada perfecta y a un precio accesible. De repente, aparece. Una cabaña escondida en un bosque frondoso, o aguas turquesas en playas idílicas cautivan al consumidor. La imagen es tan nítida, las “reseñas” tan entusiastas y “humanizadas“, que el turista cree haber encontrado una joya secreta. Nadie desconfía o piensa que se tratan de estafas.

Pero este tesoro es una trampa de píxeles, un espejismo digital. La Inteligencia Artificial no es únicamente una herramienta de productividad, y para algunos, se convirtió en la socia ideal para el ciberdelito, dando origen a una nueva y sofisticada modalidad de fraude en el turismo: los viajes ilusorios.

Los estafadores ya no necesitan robar fotos o editar mal; ahora, la IA generativa fabrica alojamientos y paisajes que son totalmente verosímiles, creados con la única intención de cometer un delito. Es el “phishing” llevado al extremo: el anzuelo no es un correo sospechoso, sino el sueño de unas vacaciones perfectas.

De un sueño a una pesadilla: cómo la IA transforma vacaciones en estafas de viajes ilusorios

La credibilidad del fraude impulsado por IA es tal, que ha engañado incluso a viajeros experimentados.

Uno de los casos más recientes involucra a itinerarios “optimizados” para senderismo en montañas remotas, sugeridos por un chatbot y comercializados a través de agencias de viajes inexistentes. (El CEO de ChatGPT revela el futuro de la IA en los viajes)

Queríamos ir a la Laguna Humantay y el Cañón del Colca“, le explicaron dos británicos al experimentado guía Miguel Ángel Góngora Meza, fundador de Evolution Treks Perú, quien los había rescatado en una montaña en Perú.

Según la BBC, la IA confundió rutas, entregó horarios incorrectos del teleférico y omitió datos de seguridad vitales, dejando a los excursionistas varados en zonas de alta altitud y sin señal. Habían pagado US$ 160 cada uno para realizar la excursión recomendada por la IA.

“Me mostraron la captura de pantalla, redactada con seguridad y llena de adjetivos vívidos, pero no era cierta. ¡No existe ningún Cañón Sagrado de Humantay!”, explicó Góngora Meza al medio británico. “El nombre es una combinación de dos lugares que no tienen ninguna relación con la descripción“, agregó.

Autoridades locales del Cusco indicaron que, en los últimos meses, varios turistas llegaron a la región con itinerarios creados a partir de textos o imágenes virales, sin comprobar la existencia real de los destinos. Lugares inventados como El Mirador de los Dioses o Las Cascadas de Salkantay Dorado circulan en redes y aplicaciones, generando falsas expectativas y riesgos potenciales.

Cabe recordar que toda excursión en alta montaña de Perú debe realizarse con un guía habilitado, especialmente en rutas superiores a 3.500 metros de altura. Además, el clima cambia de forma drástica y los caminos suelen ser estrechos y con riesgo de deslizamientos.

“La naturaleza de los Andes no perdona errores. Un paso en falso o una mala planificación pueden tener consecuencias graves”, afirmó un vocero del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú.

Cabe destacar que el riesgo ya no es solo financiero. Como advierten expertos en ciberseguridad, la desinformación de la IA, al crear rutas o destinos con información geográfica falsa, puede exponer a los turistas a peligros reales de quedar desconectados o desorientados en lugares remotos.

El caso malayo: la IA está creando destinos y estafando a turistas con Deepfakes

En 2024, una estafa turística en Malasia evidenció el potencial engañoso de la Inteligencia Artificial al atraer visitantes a un destino inexistente. (Cuando la inteligencia artificial engaña a los turistas: así crece el deepfake turístico)

Un video, generado con el software “Veo3” de Google y difundido en plataformas como TikTok, promocionaba “un espectacular teleférico” llamado “Kuak SkyRide” en el estado de Perak. El clip simulaba ser un informe periodístico convincente, que a pesar de algunos fallos menores, fue lo suficientemente creíble como para engañar al público.

De acuerdo al diario malayo The Straits Times, el engaño se concretó cuando numerosos turistas viajaron largas distancias para visitar la supuesta atracción.

Un caso reportado fue el de una pareja de adultos mayores que condujo cuatro horas y media, solo para descubrir al llegar que el teleférico era una falsedad digital. Los afectados se mostraron muy decepcionados y enojados.

Si bien no hubo transacción monetaria, las autoridades malayas emitieron una advertencia a la población, especialmente a los menos familiarizados con la tecnología, sobre la necesidad de verificar la autenticidad de las ofertas turísticas online y mantenerse alerta ante los contenidos hiperrealistas generados por IA.

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Anatomía del fraude: ¿cómo la IA lo hace tan real?

Detrás de cada estafa, hay un sofisticado proceso tecnológico:

  • Imágenes fotorrealistas: la IA generativa fusiona elementos de cientos de fotos reales (paisajes, hoteles, rostros) para crear un destino único y creíble, eliminando cualquier inconsistencia que delataría una edición manual.
  • Deepfakes y credibilidad: en redes sociales, aparecen videos deepfake donde figuras que parecen influencers o periodistas de viajes promocionan el destino inventado, dándole un “sello de aprobación” humano que disipa las dudas.
  • SEO y Discover: los estafadores optimizan las páginas de estos destinos falsos con términos clave para que aparezcan en los primeros resultados de búsqueda e, incluso, impacten en plataformas como Google Discover, cazando a viajeros en su etapa de inspiración.

Guía para evitar estafas turísticas con IA: así crean Deepfakes y destinos inexistentes

La verificación es el mejor antídoto contra la ciberestafa. (Así es la Inteligencia Artificial que crea itinerarios, reserva y aconseja)

Para asegurar que su destino existe y es seguro, convierta estas verificaciones en sus reglas de oro:

  • Doble check geográfico: use la vista satelital de Google Maps o plataformas cartográficas. Si la dirección es vaga o el supuesto resort es solo un campo vacío, huye de la oferta.
  • Verificación inversa de imágenes: sube la foto más atractiva del destino a un buscador inverso (como Google Lens) y comprueba si aparece bajo otros nombres, en otros países o en contextos genéricos de “stock“.
  • Fuentes oficiales, siempre: contraste la oferta con las webs de las Secretarías de turismo local, agencias de viaje reconocidas y plataformas de reserva de renombre. Si solo se anuncia en una web nueva y desconocida, desconfía.
  • Métodos de pago: nunca, bajo ninguna circunstancia, acepte pagar por un viaje mediante transferencias bancarias directas, Western Union o criptomonedas. Estos métodos no ofrecen protección contra el fraude.
  • El cuidado con el Deepfake: si el video promocional es demasiado “perfecto“, con brillo excesivo o pequeños errores en el habla o los gestos del influencer, podría ser un deepfake. Confíe solo en testimonios de canales verificados.

En la era del viaje ilusorio, el escepticismo es la herramienta más valiosa en su equipaje.

Todo comienza con el deseo: ese “scroll” sin fin en busca de la escapada perfecta y a un precio accesible. De repente, aparece. Una cabaña escondida en un bosque frondoso, o aguas turquesas en playas idílicas cautivan al consumidor. La imagen es tan nítida, las “reseñas” tan entusiastas y “humanizadas“, que el turista cree haber encontrado una joya secreta. Nadie desconfía o piensa que se tratan de estafas.

Pero este tesoro es una trampa de píxeles, un espejismo digital. La Inteligencia Artificial no es únicamente una herramienta de productividad, y para algunos, se convirtió en la socia ideal para el ciberdelito, dando origen a una nueva y sofisticada modalidad de fraude en el turismo: los viajes ilusorios.

Los estafadores ya no necesitan robar fotos o editar mal; ahora, la IA generativa fabrica alojamientos y paisajes que son totalmente verosímiles, creados con la única intención de cometer un delito. Es el “phishing” llevado al extremo: el anzuelo no es un correo sospechoso, sino el sueño de unas vacaciones perfectas.

De un sueño a una pesadilla: cómo la IA transforma vacaciones en estafas de viajes ilusorios

La credibilidad del fraude impulsado por IA es tal, que ha engañado incluso a viajeros experimentados.

Uno de los casos más recientes involucra a itinerarios “optimizados” para senderismo en montañas remotas, sugeridos por un chatbot y comercializados a través de agencias de viajes inexistentes. (El CEO de ChatGPT revela el futuro de la IA en los viajes)

Queríamos ir a la Laguna Humantay y el Cañón del Colca“, le explicaron dos británicos al experimentado guía Miguel Ángel Góngora Meza, fundador de Evolution Treks Perú, quien los había rescatado en una montaña en Perú.

Según la BBC, la IA confundió rutas, entregó horarios incorrectos del teleférico y omitió datos de seguridad vitales, dejando a los excursionistas varados en zonas de alta altitud y sin señal. Habían pagado US$ 160 cada uno para realizar la excursión recomendada por la IA.

“Me mostraron la captura de pantalla, redactada con seguridad y llena de adjetivos vívidos, pero no era cierta. ¡No existe ningún Cañón Sagrado de Humantay!”, explicó Góngora Meza al medio británico. “El nombre es una combinación de dos lugares que no tienen ninguna relación con la descripción“, agregó.

Autoridades locales del Cusco indicaron que, en los últimos meses, varios turistas llegaron a la región con itinerarios creados a partir de textos o imágenes virales, sin comprobar la existencia real de los destinos. Lugares inventados como El Mirador de los Dioses o Las Cascadas de Salkantay Dorado circulan en redes y aplicaciones, generando falsas expectativas y riesgos potenciales.

Cabe recordar que toda excursión en alta montaña de Perú debe realizarse con un guía habilitado, especialmente en rutas superiores a 3.500 metros de altura. Además, el clima cambia de forma drástica y los caminos suelen ser estrechos y con riesgo de deslizamientos.

“La naturaleza de los Andes no perdona errores. Un paso en falso o una mala planificación pueden tener consecuencias graves”, afirmó un vocero del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú.

Cabe destacar que el riesgo ya no es solo financiero. Como advierten expertos en ciberseguridad, la desinformación de la IA, al crear rutas o destinos con información geográfica falsa, puede exponer a los turistas a peligros reales de quedar desconectados o desorientados en lugares remotos.

El caso malayo: la IA está creando destinos y estafando a turistas con Deepfakes

En 2024, una estafa turística en Malasia evidenció el potencial engañoso de la Inteligencia Artificial al atraer visitantes a un destino inexistente. (Cuando la inteligencia artificial engaña a los turistas: así crece el deepfake turístico)

Un video, generado con el software “Veo3” de Google y difundido en plataformas como TikTok, promocionaba “un espectacular teleférico” llamado “Kuak SkyRide” en el estado de Perak. El clip simulaba ser un informe periodístico convincente, que a pesar de algunos fallos menores, fue lo suficientemente creíble como para engañar al público.

De acuerdo al diario malayo The Straits Times, el engaño se concretó cuando numerosos turistas viajaron largas distancias para visitar la supuesta atracción.

Un caso reportado fue el de una pareja de adultos mayores que condujo cuatro horas y media, solo para descubrir al llegar que el teleférico era una falsedad digital. Los afectados se mostraron muy decepcionados y enojados.

Si bien no hubo transacción monetaria, las autoridades malayas emitieron una advertencia a la población, especialmente a los menos familiarizados con la tecnología, sobre la necesidad de verificar la autenticidad de las ofertas turísticas online y mantenerse alerta ante los contenidos hiperrealistas generados por IA.

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Anatomía del fraude: ¿cómo la IA lo hace tan real?

Detrás de cada estafa, hay un sofisticado proceso tecnológico:

  • Imágenes fotorrealistas: la IA generativa fusiona elementos de cientos de fotos reales (paisajes, hoteles, rostros) para crear un destino único y creíble, eliminando cualquier inconsistencia que delataría una edición manual.
  • Deepfakes y credibilidad: en redes sociales, aparecen videos deepfake donde figuras que parecen influencers o periodistas de viajes promocionan el destino inventado, dándole un “sello de aprobación” humano que disipa las dudas.
  • SEO y Discover: los estafadores optimizan las páginas de estos destinos falsos con términos clave para que aparezcan en los primeros resultados de búsqueda e, incluso, impacten en plataformas como Google Discover, cazando a viajeros en su etapa de inspiración.

Guía para evitar estafas turísticas con IA: así crean Deepfakes y destinos inexistentes

La verificación es el mejor antídoto contra la ciberestafa. (Así es la Inteligencia Artificial que crea itinerarios, reserva y aconseja)

Para asegurar que su destino existe y es seguro, convierta estas verificaciones en sus reglas de oro:

  • Doble check geográfico: use la vista satelital de Google Maps o plataformas cartográficas. Si la dirección es vaga o el supuesto resort es solo un campo vacío, huye de la oferta.
  • Verificación inversa de imágenes: sube la foto más atractiva del destino a un buscador inverso (como Google Lens) y comprueba si aparece bajo otros nombres, en otros países o en contextos genéricos de “stock“.
  • Fuentes oficiales, siempre: contraste la oferta con las webs de las Secretarías de turismo local, agencias de viaje reconocidas y plataformas de reserva de renombre. Si solo se anuncia en una web nueva y desconocida, desconfía.
  • Métodos de pago: nunca, bajo ninguna circunstancia, acepte pagar por un viaje mediante transferencias bancarias directas, Western Union o criptomonedas. Estos métodos no ofrecen protección contra el fraude.
  • El cuidado con el Deepfake: si el video promocional es demasiado “perfecto“, con brillo excesivo o pequeños errores en el habla o los gestos del influencer, podría ser un deepfake. Confíe solo en testimonios de canales verificados.

En la era del viaje ilusorio, el escepticismo es la herramienta más valiosa en su equipaje.

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